jueves, 6 de junio de 2013

EDICION DE LA REVISTA DEL PRIMER SEMESTRE DE 2013

Se comparte aquí un ejerccicio académico de estudiantes de psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana de la ciudad de Palmira.

Ellos escribieron cuando estaban en segundo, cuarto y septimo semestre de la carrera. Cursaban las asignaturas de Semiología II, BAses conceptuales del Enfoque Sistemico, y del curso Psicología y Familia.


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Editorial

Por: René Solano Macías - Docente (solanorene@gmail.com)
Si observa arriba de esta columna podrá observar un ejemplo de una peculiar figura geométrica: la Cinta de Moebius.
Esta es una figura bastante especial, pues a pesar de su sencillez, rompe paradigmas al desprevenido observador.
Por ejemplo, es un cinta que tiene una sola cara (si se inicia a pintar una cara, terminara pintándola toda). Solo tiene un borde (si sigue con el dedo el borde, llegará al punto de inicio), entre otras curiosas propiedades.
Esta figura hace una buena alusión a lo que nos sucede con frecuencia en Psicología y en las demás ciencias. En nuestro afán de ver, comprender, explicar, buscamos ver más allá, buscamos el reverso de las cosas para comprender profundamente o el anverso para hacer descripciones generalizantes o globales de lo que se nos ocurre importante, de lo que se nos antoja existente.
Pero en este mundo locuaz y recursivo, que existe solo en nuestra mente, mente individual y colectiva; existe lo real como anverso y reverso al mismo tiempo.
Es la cultura un objeto de la ciencia? O es la ciencia una producción más de la cultura? Como el arte y el deporte, como la religión y las cortesías sociales?, claro! en un lenguaje de fino rigor, de apropiado abolengo (?).
La ciencia, como producción, sí de la razón, pero también de la historia y por ende de la cultura; revela la estampa del momento o del tiempo particular, del tiempo-Kairos de cada sociedad en la que se ha constituido e instituto como poder.
En Occidente, como efecto logrado de la modernidad, palabras como “ciencia”, “Científico”, “Científicamente Comprobado” son palabras cargadas de un extraño poder, arrastran la credibilidad y la aceptación ciega de la persona en el sentido común.
Entre Realidades y teorías: Documentos de Estudiantes de Psicología.
UPB-Palmira 2013
Página2 Anverso: Teorías y realidades
En Occidente, como fruto de la modernidad, se construyó como paradigma que la forma valida del conocimiento, que conduce a la verdad es solo el camino de la ciencia. Esto en detrimento de otro tipo o caminos del conocimiento o de saberes, especialmente el de tradición oral o el conocimiento espiritual o intuitivo.
El conocimiento que una sociedad acepta con valor de verdad, que acepta como con valor de fundamento sobre el orden de las cosas, termina pronto por ser el paradigma de su pensamiento, es decir, termina pronto por determinar a quién lo ha determinado, a quien lo ha conocido-construido (construyendo una imagen del mundo, hacemos una imagen de nosotros mismos).
Pero este proceso no es nada novedoso, sino bastante regular. Usualmente terminamos por tomar figura de lo que construimos.
Y aquí vale la pena denunciar un problema crítico, que por ser cultural tendemos a creerlo-construirlo. Este problema es terrible, especialmente cuando logra anidar en los procesos de la educación superior, pues de este modo paraliza, segmenta e impide el contacto con la realidad, de la producción académica.
Este problema es “elevar” tanto la ciencia, darle tanto poder de verdad que se llegue a considerar producto terminado, perfeccionada ya, dogma, verdad inapelable.
Si los que estudiamos las diferentes teorías y disciplinas científicas, consideramos incuestionable lo que dicen los autores y los libros, perdería toda trascendencia estudiar la ciencia; quedaría ella hablando de sujetos y realidades ilusorias, de la fantasía, del cada mundo mítico en el que al autor, en su tiempo, en su contexto, en su sociedad, con sus referentes simbólicos se haya visto, pensado, haya podido reportar en sus obras.
El estudiante es el contacto del texto con la realidad, pues la realidad es como el rio, que fluye y cada vez, siempre nueva; reitera, pero desde la novedad. El estudiante que aprende, PIENSA y Reporta sus aprendizajes, la prueba de los mismos frente a los hechos que vive y que encuentra, ese es el contacto de la ciencia con la realidad, y su oportunidad de hacerse cierta, y su oportunidad de renuevo.
La ciencia y lo científico desreificado o decosificado, es una modalidad de conocimiento, que ofrece la oportunidad de generar mundos nuevos, mundos posibles donde el bienestar y la calidad de vida “pueden entrar en los cálculos” con fuertes probabilidades de hacerse realidad.
Este efecto lo logra el camino de la ciencia, no por los productos que ofrece solamente, sino también a través, y especialmente, por la formación del pensamiento, por el modelado que puede hacer de los sujetos, al volverlos agudos observadores, competentes analíticos, ingeniosos propositores: cuestionadores despiertos, no solo para hacer alboroto, sino con poder desde sus conocimientos y visiones, para armar nuevas rutas para la vida, para que ésta halle el desarrollo.
La vida esta ahí para ser pensada. Ahí está la vida humana para que la guie la sabiduría a buen puerto, a mejores realidades, a dignas condiciones. Pero con fuerte voz, hay que aclarar que sabiduría no es igual a conocimiento, mucho menos a información. Para que estos dos últimos pueda llegar a convertirse en sabiduría, deben sufrir un proceso de transformación: en la mente y en el corazón del hombre deben sufrir el rigor de la reflexión y del encuentro con teoría y evidencia.
Nos equivocamos los seres humanos al buscar la libertad, cuando su rastro verdadero, su “hilo de Ariadna” es la reflexión, la reflexividad. Esta potente cualidad del ser humano, le permite meditar y atravesar experiencias, verdades y discursos, para PONERLOS EN CONTEXTO; en contexto de lo que se vive, en relación con la altísima dignidad de lo que se es (dignidad de ser un Ser Humano), y en contexto del tiempo1.
En últimas es para ello todo este ejercicio hecho con amor por los estudiantes. Para hacer prácticas de reflexión. Para reflexionar como diciendo que de ello depende la vida y el futuro humano, el futuro personal, el futuro institucional, hasta el de nuestro país y el de nuestra disciplina.
En este punto, cuando en nuestra consideración, se encuentran la reflexión2, el poder y la vida humana, es cuando se cierra nuestra Cinta de Moebius.
Confirmando, que este ejercicio de hacer ciencia, de comprender la experiencia de vivir, de construir con mejores referentes: mejores realidades y sociedades. Que todo esto, está en la misma cara, no en otro lugar mas que en el
1 Y al decir tiempo, no podemos mas que comprender que de lo que se habla es de un continuo: tiempo-sociedad-cultura, que es la relación que constituye y define esa experiencia subjetiva y colectiva del Tiempo Humano.
2 De la reflexión la capacidad de poder…
Cinta de Moebius
Entre Realidades y teorías: Documentos de Estudiantes de Psicología.
UPB-Palmira 2013
Página3 Anverso: Teorías y realidades
Anverso de nuestros contactos y ejercicios de vivir: aquí no hay reverso, solo profundidad o superficialidad.
Aquí no hay reverso, solo profundidad y liviandad o superficialidad, y de frente a ello un lector con el magno poder de pensar y poder, de reflexionar. Para mejor poder, y por esa vía, mejor vivir-construir mundos posibles, ricos en aquello que hoy deseamos o lloramos.
Se presentan en este documento, un compendio de textos de estudiantes de tres cursos diferentes del programa de psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana en la seccional Palmira cursados en el primer semestre del año 2013.
Los cursos aquí que se encuentran son Semiología II de segundo semestre, Bases Conceptuales del Enfoque Sistémico, de cuarto semestre; y Psicología y Familia de séptimo semestre.
Hay líneas varias que permiten este tránsito: el lenguaje, la constitución subjetiva, la configuración de las Instituciones Sociales, entre ellas, la familia. Y en ella como diversos ordenes de realidad afloran: la instancia política, jurídica, antropológica, social y la psicológica.
Desde ella, en ese marco histórico y cultural, un proceso de relaciones sistémicas y complejas, se hace el marco y el contexto fundante de los procesos simbólicos, particularmente de la subjetividad social e individual. El amor, en ese contexto de la interacciones en condición de cultura, es la llave maestra.